Las magdalenas son de mis postres favoritos. Ya sólo con el olor que deja en la casa me relamo. Me gustan al desayuno, en la merienda o con un cafecito o té a cualquier hora. Y con esta receta de Xabier Barriga no sólo es fácil hacerlas si no que además quedan buenísimas.
¿Qué tal si preparamos las magdalenas como regalo del día de la madre?
125 gr. Huevo (aproximadamente 2).
175 gr. Azúcar.
60 ml. Leche entera.
190 ml. Aceite de oliva suave
210 gr. Harina floja (de repostería)
7 gr. Levadura Royal.
Ralladura de 1/2 Limón o naranja.
Canela en polvo (al gusto)
1 pizca de sal.
PREPARACIÓN
1 pizca de sal.
PREPARACIÓN
Batimos los huevos con el azúcar hasta que tome una aspecto blanquecino. Añadimos la ralladura de limón.
Añadimos la leche y el aceite que podemos incorporar ya mezclados.
Ahora mezclamos los sólidos: tamizamos la harina junto con la levadura y la sal, y removemos bien. Lo incorporamos a los huevos batidos y demás ingredientes líquidos, removiendo lo justo para que quede la masa homogénea.
Dejamos reposar la mezcla una hora mínimo en la nevera, aunque lo ideal es dejarla hasta el día siguiente. Pasado el tiempo, removemos la masa enérgicamente con un batidor manual.
Precalentamos el horno. Añadimos la mezcla en los moldes hasta tres cuartas partes de su capacidad, espolvoreamos azúcar por encima si queréis la receta más tradicional, pero puedes ponerle pepitas de chocolate, nueces, mermelada de frambuesa, naranja o del sabor que se te ocurra.
Yo en esta ocasión las he hecho de pepitas de chocolate, nocilla y tradicionales, aunque como veis en la foto, algunas llevan adornos y las otras con azúcar.
Horneamos 16-18 minutos a 170-180ºC con calor arriba y abajo. Estarán cuando las veas doraditas, o bien utilizar el típico truco de pinchar con un palito y si sale seco ya están. Como en cualquier bizcocho que lleve levadura, tened la precaución de no abrir el horno, para que suban.
Trucos
Puedes conservarlas en una caja metálica o tapper por cuatro o cinco días sin que se queden duras. Las metéis cuando estén ya frías y guardarlas siempre en lugar seco.
Si no tenéis aceite de oliva suave, podéis utilizar el girasol, o aún mejor, mitad de girasol-mitad de aceite oliva extra. Se trata de que no predomine el sabor del aceite.
El hecho de que se deje reposar la masa, se debe a que así el impulsor (la levadura) va actuando con la humedad de la mezcla y formando burbujitas, que darán más esponjosidad a nuestras magdalenas cuando las metamos en el horno.
La temperatura es importante mantenerla a 170-180ºC porque si es muy alta, corremos el riesgo de que la magdalena suba muy rápido para después desplomarse.
Podemos hacer magdalenas pequeñas, pero entonces dejarlas en el horno unos 12 minutos. Si queréis magdalenas más grandes (podéis utilizar los moldes para bizcocho), dejarlas unos 20 minutos.
Esta receta está basada en el libro de Xabier Barriga "La caja de magdalenas".