El restaurante Gala está ubicado en el barrio de Chamberí de Madrid, en una zona conocida por sus muchos y buenos restaurantes.
Fuimos un sábado a comer y aunque no estaba lleno, había movimiento. Para atendernos teníamos dos camareros, muy amables y serviciales, atentos a cada detalle.
Tiene una sala rectangular con pocas mesas, con una decoración moderna en una ambiente tranquilo y cómodo.
La cocina que ofrecen es de mercado, con productos muy bien elaborados. La carta no siendo muy extensa, es suficiente para elegir. Aunque tenía un par de menús de degustación , preferimos elegir nosotros.
De entrante elegimos para compartir entre dos:
Gazpacho de cerezas con pistachos: exquisito, suave pero con el toque salado que le dan los frutos secos. Llevaba espolvoreado una pequeñas lascas de queso de cabra, suficientes para darle un punto de sabor.
Zamburiñas empanadas en pan japonés con mayonesa de soja, es decir, rebozadas y acompañadas con una salsa muy suave, pero que le daban justo el punto de refuerzo de sabor que necesitan.
Por último una ración de croquetas de cigala (vienen 6) en su jugo de coral, es decir, que la salsa estaba hecha con las huevas de la cigala lo que aportaba para mi gusto, demasiado sabor al plato, quedando en boca demasiado sabrosas.
A continuación pasamos directamente al segundo plato.
Yo pedí una merluza en cremoso de arroz en tinta y tiras de calamar. Estaba excelente: el pescado suave y jugoso, con el acompañamiento perfecto del arroz negro, que estaba en su punto de sal y sabor.
Mi acompañante pidió carpaccio de rape en vinagreta de berberechos, que desgraciadamente los sirvieron todavía congelado, por lo que la salsa de mayonesa de bergamota que lo acompañaba se aguó al deshacerse, sin contar con que estaba demasiado frío para apreciar su sabor.
He de decir como descargo, que cuando se lo comentamos, se ofrecieron a cambiarnos el plato por cualquier otro de la carta y aunque declinamos el ofrecimiento, no deja de ser un buen detalle por su parte.
Por último, el postre a compartir, porque al ser las raciones generosas, a estas alturas ya estábamos más que saciados.
Pero, ¿quién no se deja hueco para el postre? así que optamos por las texturas de chocolate, es decir, chocolate en bizcocho, helado y cremoso, a cuál más bueno. Y juntos, mejor.
Todo ello, regado con un buen vino blanco verdejo, que nos recomendaron, Santa María, de bodegas Valdrinal, que yo destacaría por ser muy frutal y fresco, con una entrada en boca muy suave. Creo que fue un acompañamiento ideal este rueda para el menú elegido a base de pescado.
A la hora de la cuenta, aunque no es barato, tampoco nos pareció excesivamente caro para lo bien que comimos, por lo que la relación calidad-precio nos pareció adecuada.
Para más información os dejo el enlace a su página y dirección:
Calle Esponcedra, 14. 28003 Madrid
914 42 22 44
Nota para los escépticos: esta opinión es totalmente personal, libre y gratuita, pues nadie me ha pagado para que la haga, ni conozco al dueño del local, ni me han ofrecido ningún tipo de prebenda. Y por supuesto, tiene la importancia de una opinión: la que tú le quieras dar.
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