El pollo a la cerveza es de las primeras recetas que me atreví a hacer solita y de las primeras que hice mía, es decir, que modifiqué a mi gusto.
Así que, aunque haya muchas versiones, esta es "mi versión" de la que me siento muy orgullosa porque siempre ha sido un éxito seguro, además de FRD: Fácil, Rápida y Deliciosa...
Por cierto, es apta para todos, incluidos niños y embarazadas, porque el alcohol de la cerveza se evapora al cocinar, pero si os queréis quedar tranquilos, también la he preparado con cerveza sin alcohol, aunque fue porque no tenía otra.
Ingredientes para 4 personas
1 muslo y 1 contramuslo por persona
1 pimiento verde italiano
1 puerro
1 cebolla
2 cabezas de ajo
1 tomate
2 patatas medianas
1 bote/botella de cerveza (33cl)
sal y pimienta
1 hoja de laurel
aceite
Elaboración
Los bañamos con un chorrito de aceite y salpimentamos. Reservamos.
Cortamos la cebolla en trozos pequeños. A mi me gusta mucho su sabor, pero no me gusta encontrármela, así que la pico mucho. Lo mismo con el puerro.
Ponemos una cacerola con un poquito de aceite y añadimos la cebolla y el puerro, para que se vayan haciendo a fuego medio.
Limpiamos el pimiento, quitamos el pedúnculo así como las semillas y nervios, cortamos en trocitos.
Cuando la cebolla vaya cogiendo color, añadimos el pimiento.
Con el tomate, lo pelamos, quitamos las semillas y lo cortamos también en trozos pequeños.
Mientras el pimiento se irá poniendo blandito, así que añadimos el tomate y dejamos que sofría a fuego lento, para que los aromas y sabores vayan tomando cuerpo.
Cuando las verduras estén ya blanditas y el tomate se haya incorporado, subimos el fuego y añadimos el pollo que se irá friendo pero sólo para sellarlo.
Pelamos las patatas, las cortamos en gajos y una vez sellada la carne, las añadimos a la cacerola.
Es el momento de nuestra protagonista: la cerveza. La vamos añadiendo mientras removemos hasta que cubra.
Por último la hoja de laurel. Bajamos el fuego y dejamos que vaya cociendo.
Después de unos 20 minutos ya ha tomado consistencia la salsa y las patatas estarán blandas, lo que podéis comprobar pinchando con un tenedor. Si no ofrece resistencia están en su punto.
Si la salsa os ha quedado líquida, podéis espesarla utilizando un poquito de harina de maíz de preferencia, removéis bien hasta que se incorpore la harina y dejáis unos minutos para que espese.
Listo para disfrutar.
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